Cuando
mamá olía a eucalipto sabíamos que las cosas no iban bien. Sabíamos que pasaba algo, tanto el olor como
su maquillaje excesivo nos decía que algo fallaba.
Aun
cierro los ojos y puedo recordar perfectamente el color de su pelo a través del
sol otoñal, su risa en primavera y sus ojeras cuando algo iba mal. Cuando era
pequeño no era muy consciente de lo que ocurría pero intentaba darle todo el
amor que podía y portarme lo mejor que mi edad me permitía.
Cuando
mamá empezó a oler a eucalipto para siempre papá dejó de aparecer por casa.
Decían que tenía mucho trabajo y que por eso no dormía ni comía en casa. Un día
dejó de venir y no volvimos a saber de él. Cada vez que preguntábamos donde
estaba, mamá decía que era difícil, que en ese momento no lo entenderíamos y
que en algún momento nos lo explicaría cuando pudiéramos entender que las
personas no siempre son lo que parecen y que no siempre sienten lo que hacen ni
pretenden lo que dicen.
Los
años han pasado y hace mucho dejamos de preguntar por él, al igual que dejo de
sorprendernos el olor a eucalipto constante en casa.
Mamá
empezó a trabajar también. Antes teníamos miedo de que trabajara tanto como
papá y que un día no volviera pero siempre regresaba y nos regañaba por estar
despiertos a esa hora teniendo cole al día siguiente.
Hoy,
23 años más tarde, mamá no huele a eucalipto, aunque sin maquillaje ahora vemos
todas las ojeras que ha adquirido con el paso de los años y cada rastro que la
edad dejó sobre su piel.
Hoy.
23 años más tarde, mamá nos contó que papá no era feliz, que no la amaba como
había prometido y que había decidido que no quería ese futuro que habían
planeado juntos. Había sido un cobarde, no pudo decidir marcharse, siempre
volvía y ella siempre lo recibía esperando que no se marchara nunca más. Hasta
que se fue y nunca más volvió, olvidándose de ella, de nosotros y de todo lo
que nos había prometido.
Hoy,
23 años más tarde, mamá está postrada en una cama. Ha dejado de luchar contra
el cáncer que el tabaco le causó. Ya no llora ni ríe. Se ha despedido de nosotros y nos ha pedido
que saliéramos de la habitación.
Ha
dicho que se quería marchar tranquila.
No hay comentarios:
Publicar un comentario