Tú eras Calixto y yo Melibea, junto a aquel escalón desafortunado que se ganó tantas de nuestras maldiciones por atravesarse donde no debía.
Juntos, tumbados en el huerto admirando a Fernando de Rojas buscar a sus personajes en una ventana tapiada mientras el aire nos daba en la cara, sonreíamos con gesto cómplice al habernos escapado de lo que las páginas dictaban.
Para Calixto era la mas bella de las flores, no encontraba un sentido mayor a su vida que verme junto a él, no tenía más motivo para permanecer en esta ciudad.
Elicia y Areusa egoístas mujeres de calle , solo buscaban el fin de aquel hombre al que amaba con locura.
Yo,Melibea, temía como nadie perderlo aunque finalmente el miedo a tanta gente no hacía mas que separarme de él; El cual con el que no podía dejar de soñar cada noche, pensar en un siempre, desear sentirlo como la primera vez esperando que nunca fuera la última.
Un padre que no debería haber aparecido. Dos corazones asustados.Una escapada de la alcoba a toda prisa con las prendas en la mano.Y un escalón desafortunado que será recordado para siempre por acabar con este hombre y ser coautor de la muerte de Melibea, que al igual que Romeo y Julieta les permitió vivir su amor en la muerte.