Tras tantos juramentos de amor solo quedó odio.
Los hermosos recuerdos que tenían quedaban manchados por el dolor que mutuamente se habían causado y aunque ella se había prometido no odiarlo, no pudo evitarlo mientras el sufrimiento se hacía mas latente cuanto mas se acercaba la fecha señalada.
Quería olvidar las malas cosas acontecidas, pero era todo tan grande y tan reciente que no lo pudo evitar.
Cuando uno escribe para satisfacer la inspiración interior del alma, uno da a conocer por lo escrito, aun sin quererlo, hasta la más mínima fibra de su ser y de su pensamiento. Germaine De Staël
miércoles, 15 de mayo de 2013
Suscribirse a:
Entradas (Atom)