sábado, 30 de agosto de 2014

Recuerdos en Montjuic

Tu silueta se formaba cada vez que el agua se elevaba y se precipitaba sin impedimento al suelo mientras la música sonaba como una burla a cualquier recuerdo nuestro.
A veces las mayores despedidas se dicen en silencio mientras el frio acaba por congelar, lo que en algún momento creías lo más importante en tu vida, una relación destinada a no ser. Curiosamente reviví cada uno de los lunares de tu cara, la suavidad de tus manos y el brillo de tus ojos mientras el agua de colores aparecía frente a mí, niños lloraban, gente corría para no mojarse y otros no lo hacían levantando la cabeza para que el frescor de esa noche en la ciudad condal los invadiera completamente.
Ahora mismo no podría enfadarme con nada que lo haya hecho antes, estoy demasiado agradecida a todos esos buenos momentos que me han ayudado a llegar hasta donde estoy hoy. La verdad me aterra en muchos aspectos, la pérdida siempre me ha causado un sentimiento de respeto y temor, queriendo hacerme inmortal en muchos recuerdos y muchos momentos que, al mirar atrás, me definieran. Podría enfadarme, es cierto. Enfadarme por tomar malas decisiones, por perder gente a la que he querido, por no luchar lo suficiente, por volver a elegirte una y otra vez en distintos universos y realidades paralelas porque no sería quien soy si no fuera gracias a ti, a tu manera de hacerme reír, a tu manera de jugar con los niños con tu nariz de payaso( siempre lista para hacer disfrutar a los demás), tus ganas de comerte el mundo y tus consejos de abandonar esos pesos que no dejan que navegues libremente ( aunque eso significara dejar a tu mejor amigo o alejarte de quien más querías).


Tu silueta se formaba cada vez que el agua se elevaba y se precipitaba sin impedimento al suelo mientras la música sonaba como una burla a cualquier recuerdo nuestro y yo solo deseaba que estuvieras mirando la misma luna recordando lo felices que fuimos

No hay comentarios:

Publicar un comentario